martes, 16 de junio de 2009

Batalla Atardecida

No quiero rosarios sin ser meticuloso
en la bañera contrincante
de la puerta sin fe ni paciencia,
que destruía mi calle.

Pedidme ser laguna claudicada
Pedidme mar a la vuelta del sol
como reclutas de mímica transparente
en blanco y negro.

Yo cuento con hacer velas de sangre
que no me pidan cenizas.

Abrázame, que la feria de la bestia
me quema la primera capa.

Resiste la piel anclada
sobre el candelabro como fuego cardiaco
sin derramar ni una gota de terror…

Dejadme a merced de esta boca
Y el juego nos librará

Rodrigo Alfaro

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