Guerra Anfibia Trascordante
Emerjo al olvido de la luciérnaga,
solo para saber que llueven huracanes del sal
Mis ojos caminan a la guerra.
Una guerra de carne solar,
en la que mis cadetes triangulares
dejan su recuerdo en mi espada,
en la que cobijo el grito nocturno de esparta.
Mi aliento cae a barlovento
como tormenta de vírgenes sin balanza
como autorretrato de último minuto
que me abraza pero me no toca
que me besa y arribo…
Hoy no me toca ser Yo
mi vista estalla de tanto caos.
Una corte imperial de migajas
me enseña que caer es encontrarse,
que la luna no le teme a las horas ni a la velas,
que siendo dos puedo desnaturalizarme,
y que desoír es matar.
Mi desnudez insurgente
No te tocara más
no será mas que un pseudónimo
Amen…
Rodrigo Alfaro
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